Este bizcocho es estupendo para una merienda o el desayuno si os gusta el dulce. Yo lo preparé el otro día para mi sobrina Sara que vino a merendar y no quedó nada.
8 personas / 50 minutos
INGREDIENTES
175 gr de azúcar lustre
175 gr de mantequilla sin sal
1/2 cucharada de esencia de vainilla
4 huevos
250 gr de harina de fuerza
75 gr de chocolate negro para postres
1 cucharadita de levadura
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180º.
Engrasamos un molde rectangular de 500 ml de capacidad.
En un bol, batimos el azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente (ablandada) hasta obtener una crema ligera.
Añadimos la esencia de vainilla y los huevos de uno en uno, batiendo bien hasta que esté todo mezclado.
Tamizamos la harina y la levadura y las incorporamos a la mezcla poco a poco.
Dividimos la pasta en dos partes. Incorporamos a una de ellas el chocolate negro fundido (yo lo fundo en el horno aprovechando el calor del precalentado) y mezclamos bien.
Ponemos la pasta de vainilla en el molde y allanamos la superficie. Cubrimos con la pasta de chocolate y, a continuación, removemos las dos pastas con un palillo para crear el efecto marmóreo.
Cocemos el bizcocho durante unos 30 o 35 minutos, o hasta que esté esponjoso y al pincharlo con un palillo veamos que ya está hecho (debe salir limpio).
Dejamos que se enfríe antes de desmoldarlo.
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